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El exceso de labores, el trabajo constante contra reloj, la desorganización y la soledad (que creció durante la pandemia), son factores que aumentan el riesgo de desarrollar burnout o agotamiento emocional.

De acuerdo con la herramienta Burnout Index, de Yerbo, 42% de los 32,644 profesionales encuestados están en un alto riesgo de padecerlo; además, uno de cada cinco profesionales quiere dejar su empresa dentro de los próximos seis meses por falta de bienestar mental, por lo que reducir los niveles de estrés es de suma importancia y podría evitar tanto rotación como accidentes en las áreas de trabajo.

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Al respecto, Oscar Marín Rueda, de Servicios de Seguridad en Omron Américas, señaló que las empresas deben cuestionarse sobre ciertos factores de riesgo dentro de sus procesos, si se han definido procedimientos a seguir en caso de accidentes y si estos se pudieron haber evitado.

El burnout es el resultado de un crónico y prolongado estrés en el trabajo.

Por otra parte, el estudio arrojó que las personas que se identifican como mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar agotamiento que sus compañeros de trabajo masculinos, pues el 46% de ellas se sienten agotadas y sin energía física y emocional después de una jornada laboral, en comparación con el 38% de los hombres que respondieron lo mismo.

Dicho sistema permite ayudar a las personas a comprender su nivel de riesgo de agotamiento, ya que actúa como una calculadora que mide el grado en que el participante anónimo se siente –exhausto, ineficiente, deshonesto o experimentando despersonalización– y con ello se obtiene una puntuación que indica si el riesgo es bajo, moderado o alto.

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Según el estudio “Lo que los Trabajadores Quieren: Resolviendo la escasez de talento”, realizado por la empresa de reclutamiento Manpower, las empresas requieren de soluciones que les permitan proveer beneficios a sus colaboradores, entre ellos los relacionados con la desconexión a favor del bienestar y un mejor estilo de vida, por ejemplo, los programas de bienestar corporativos, mismos que han demostrado tener un impacto positivo directamente en la productividad.